| Mª Auxiliadora salvaguardada por la lluvia. MARCELINO |
El 24 de mayo amenazaba con lluvia y finalmente se cumplieron los pronósticos, la procesión de Mª Auxiliadora y San Juan Bosco tuvo que cambiar inesperadamente su recorrido por la lluvia y salvaguardarse en la Parroquia de San Diego de Alcalá.
A la altura de la calle Urbión se apagaron los cirios por el aire y empezó a caer una tromba de agua al paso de Don Bosco. El paso de la Virgen que iba detrás fue el primero en dar media vuelta rápidamente y retroceder a hombros hasta la Parroquia de San Diego ante el estupor de los fieles que no sabían lo que iba a pasar con la procesión. Desde la calle se pedía con desesperación que por favor a la gente que estaba en sus balcones no arrojaran pétalos a la Virgen porque podrían dañar el paso. Se podía respirar la tensión en el ambiente y aún más cuando el paso llegó a la iglesia donde no cabía ni un alfiler porque también se metieron las personas que seguían la procesión para no mojarse y todavía quedaba por llegar el otro paso.
Una vez más se plantea la duda de si es mejor suspender una procesión a pesar del sentimiento de pena y estar todo un año esperando ese momento o, por el contrario, arriesgarse y salir cuando el cielo amenaza tormenta. Está claro que es preferible esperar un año y que las imágenes no sufran ningún daño ni se deterioren por la lluvia, antes que procesionar y tener que buscar refugio por la lluvia, que no siempre tiene por qué estar cerca.
Marcelino Mora Valero.
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